En el mundo del trabajo
Creencias y banca
 
Por Sheryl Jean
Sheryl Jean es reportera financiera del Pioneer Press, periódico de St. Paul, Minnesota. Copyright @ 2001 Pioneer Planet/St. Paul, Minnesota) Pioneer Press/Twin Cities.com
 

An interest-free finance agreement with a neighborhood development center in St. Paul, Minnesota, enables this Muslim man to help pay for a van and equipment for his food delivery business that caters to homes and businesses in the Twin Cities area. (Richard Marshall/St. Paul Pioneer)
 

Muslim law prohibits giving or receiving interest, so buying or selling property may be difficult. This young man, a homeowner, waits to discuss some business information from his father in East Africa by e-mail. (John Doman/St. Paul Pioneer)
 

Abdirizak Bille, de Minneapolis, es un musulmán devoto que se vio en dificultades cuando decidió fundar un pequeño negocio de transporte en autobús. Bille necesitaba un préstamo para poner en marcha su negocio, pero la ley islámica tradicional prohíbe el pago de intereses, o reba. Hasta fecha muy reciente, las opciones para los empresarios musulmanes como Bille eran escasas. Pero en mayo, gracias a los nuevos esfuerzos de grupos de las Ciudades Gemelas (Minneapolis y Saint Paul), Bille pudo obtener por fin para su empresa, que transporta inmigrantes a sus clases de inglés, una financiación libre de intereses.

Bille financió un autobús escolar para 34 personas con los 15.000 dólares que obtuvo en préstamo del Centro de Desarrollo del Barrio en St. Paul. El grupo incluyó una ganancia de $2.000 en su plan de reembolso. Bille no paga intereses, pese a lo cual el centro gana un rendimiento anual porque los intereses han sido sustituidos por dicha ganancia.

"Prefiero no hacer negocios con tal de no involucrarme en asuntos de intereses", dijo Bille. Sin el financiamiento alternativo, habría tenido que ahorrar lo suficiente para comprar el autobús, o bien pedir a sus amigos que le prestaran dinero sin intereses, explicó.

La empresa Musulmanes de las Ciudades Gemelas ha dedicado el último año a instruir a funcionarios de gobierno, prestamistas y dirigentes cívicos sobre la necesidad de adaptarse a las creencias islámicas en otras formas de financiamiento. Los bancos responden que la regulación estricta les ha impedido tomar la iniciativa para satisfacer esa necesidad.

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