Los gobiernos democr�ticos tienen �xito cuando sus pol�ticos y
funcionarios entienden que los asuntos complejos rara vez tienen
soluciones claramente "acertadas" o "err�neas" y saben que hay
diferentes interpretaciones de los principios democr�ticos y de las
prioridades sociales.
La libertad de reuni�n y la de prensa alientan el debate abierto y
el libre intercambio de ideas. Gracias a esta apertura, el gobierno
puede identificar los problemas y los grupos pueden reunirse para
resolver sus diferencias. (En el sector privado, este mismo "mercado
de ideas" crea oportunidades para la innovaci�n y la inversi�n que son
los motores del crecimiento econ�mico).
Las coaliciones se forman cuando los grupos de inter�s o los partidos
pol�ticos se unen en torno a cuestiones de inter�s mutuo, aun cuando
est�n en total desacuerdo en otros asuntos. La concertaci�n de
compromisos en las decisiones importantes permite que el gobierno
lleve a cabo la tarea de gobernar.
En las democracias, los �rganos legislativos recurren a la
formaci�n de coaliciones para lograr la aprobaci�n de leyes:
� En un sistema parlamentario, los grupos pol�ticos se asocian
con otros grupos para defender sus propios intereses y para formar
gobiernos.
� En un sistema presidencial, los legisladores cruzan a
veces las fronteras de los partidos al votar sobre cuestiones que a
ellos y sus posibles electores les interesan profundamente.
Las coaliciones requieren a menudo que un partido pol�tico
est� dispuesto a hacer caso omiso de sus diferencias con otros grupos
con tal de dar cumplimiento a otras partes m�s importantes de sus
agendas.
Debido a que los gobiernos de coalici�n est�n formados por partidos
que representan opiniones tal vez antag�nicas, a veces existe en ellos
un potencial de disoluci�n. En algunas democracias, es com�m que las
coaliciones gobernantes se formen y se disgreguen varias veces,
incluso en un solo a�o.