Cuando diversos grupos de personas libres -con idiomas,
religiones, credos o normas culturales diferentes- deciden vivir
bajo un marco constitucional mutuamente convenido, esperan cierto
grado de autonomía local e igualdad en materia de
oportunidades económicas y sociales. Un sistema de gobierno
federal -donde el poder se comparte en los niveles locales,
regionales y nacional- confiere poder a funcionarios elegidos que
diseñan y administran políticas de acuerdo con las
necesidades locales y regionales. Ellos trabajan en
conjunción con un gobierno nacional y se asocian entre
sí para resolver los muchos problemas que la nación
enfrenta.
El federalismo es un sistema en el cual dos o más
gobiernos libremente elegidos, con autoridad sobre la misma
población y la misma área geográfica,
comparten el poder y la toma de decisiones. Él concede y protege la
capacidad de toma de decisiones allí donde los resultados se
perciben de modo más inmediato, es decir, en las comunidades
locales y también en niveles más altos del
gobierno.
El federalismo propicia la rendición de cuentas del
gobierno ante los ciudadanos y alienta en éstos la
participación y la responsabilidad cívica al permitir
que los gobiernos locales forjen y administren sus respectivas
leyes.
Un sistema federal se fortalece con una constitución
escrita que confiera autoridad y describa el alcance de las
responsabilidades compartidas en cada nivel de gobierno.
Aunque se acepta en general que los gobiernos locales deben
satisfacer las necesidades de cada lugar, es mejor dejar algunas
cuestiones en manos del gobierno nacional. La defensa, los tratados
internacionales, el presupuesto federal y el servicio postal se
citan a menudo como ejemplos de esto.
Las ordenanzas locales reflejan las preferencias de las
comunidades locales al elegir su forma de vida. Con frecuencia, los
reglamentos sobre patrullas de policía y bomberos,
administración escolar, salud y construcción en la
localidad son creados y administrados en forma local.
Las relaciones intergubernamentales implican que varios
gobiernos de un estado federal (nacional, regionales y locales)
trabajan juntos cuando las cuestiones de autoridad estatutaria
imponen la necesidad de abordar los asuntos en forma cooperativa.
Es frecuente que el gobierno nacional tenga autoridad para mediar
en las disputas entre regiones.
En una nación geográficamente grande y
económicamente diversa, las disparidades entre regiones en
materia de ingresos y bienestar social pueden ser atendidas por el
gobierno nacional mediante políticas que redistribuyan las
rentas tributarias.
Un sistema federal es sensible e inclusivo. Los ciudadanos
están en libertad de contender por cargos de gobierno en
todos los niveles; los gobiernos locales y regionales ofrecen la
mayoría de esos cargos y, tal vez, las mejores oportunidades
de influir con eficacia en sus comunidades.
El federalismo ofrece a los partidos políticos muchas
oportunidades de servir a sus electores. Aun cuando un partido
específico no tenga mayoría en la legislatura
nacional ni ocupe el poder ejecutivo, se le permite participar en
los niveles regional y local.
El estado de derecho >>>>
|